Síntomas de no expulsar el dióxido de carbono
Hipercapnia
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Afección médicaHipercapniaOtros nombresHipercarbia, retención de CO2, intoxicación por dióxido de carbonoPrincipales síntomas de toxicidad por dióxido de carbono, por aumento del porcentaje de volumen en aire.[1][2]EspecialidadPulmonología, medicina de cuidados críticos.
La hipercapnia (del griego hyper = "por encima" o "demasiado" y kapnos = "humo"), también conocida como hipercarbia y retención de CO2, es un estado de niveles anormalmente elevados de dióxido de carbono (CO2) en la sangre. El dióxido de carbono es un producto gaseoso del metabolismo corporal y normalmente se expulsa a través de los pulmones. El dióxido de carbono puede acumularse en cualquier enfermedad que provoque hipoventilación, una reducción de la ventilación alveolar (la eliminación de aire de los pequeños sacos del pulmón donde tiene lugar el intercambio de gases), así como el resultado de la inhalación de CO2. La incapacidad de los pulmones para eliminar el dióxido de carbono, o la inhalación de niveles elevados de CO2, provoca acidosis respiratoria. A la larga, el organismo compensa el aumento de la acidez reteniendo álcali en los riñones, un proceso conocido como "compensación metabólica".
Acidosis respiratoria
La función principal de los pulmones es introducir oxígeno en el organismo y liberar dióxido de carbono. Los pulmones permiten que se produzca el intercambio gaseoso, moviendo el oxígeno hacia el interior del cuerpo y el dióxido de carbono hacia el exterior. La insuficiencia respiratoria se produce cuando el sistema respiratorio no proporciona al organismo la cantidad adecuada de oxígeno y/o no elimina el dióxido de carbono.
La insuficiencia respiratoria de tipo 2 puede diagnosticarse mediante un análisis de sangre. En el hospital, se suele realizar mediante una gasometría arterial, en la que se suele tomar una muestra de sangre de la arteria de la muñeca. En la comunidad, utilizamos pruebas capilares en las que se extrae una pequeña cantidad de sangre del lóbulo de la oreja.
Se trata de un exceso de dióxido de carbono en la sangre. Esta acumulación de dióxido de carbono se debe a que los pulmones no pueden eliminarlo suficientemente del organismo. Esto puede deberse a una infección o a enfermedades, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). En algunos casos, las personas compensan estos altos niveles de dióxido de carbono y pueden controlarse y tratarse en casa. Es importante que las personas que le cuidan sepan que usted ha padecido o padece una insuficiencia respiratoria de tipo 2. Su enfermera hablará de ello con usted.
Intoxicación por dióxido de carbono
Dado que la EPOC es un trastorno respiratorio, la mayoría de los síntomas de la enfermedad están causados por no poder obtener suficiente oxígeno al respirar. Sin embargo, existe otro problema respiratorio igualmente grave al que se enfrentan los pacientes con EPOC, que consiste en no exhalar suficiente dióxido de carbono (CO2) al respirar, lo que se conoce como retención de CO2.
Cuando esto ocurre, se acumula un exceso de dióxido de carbono en la sangre, lo que puede provocar síntomas graves y dificultar la respiración. Aunque es más probable que les ocurra a los pacientes que padecen EPOC grave, cualquier persona con la enfermedad, especialmente los que utilizan oxígeno suplementario, corren el riesgo de sufrir retención de CO2.
En este post, vamos a explicarle cómo se produce la retención de dióxido de carbono y cómo afecta a su salud y a su EPOC. También le daremos consejos sobre cómo evitar la retención de CO2 y cómo reconocer las señales en caso de que alguna vez le ocurra.
La EPOC provoca el estrechamiento y la obstrucción de las vías respiratorias, lo que dificulta el paso del aire. Esto, junto con el daño que sufren los alvéolos pulmonares, provoca la mayoría de los síntomas de la EPOC, como tos, sibilancias y falta de aire.
Demasiado dióxido de carbono
Las afecciones que afectan a la respiración pueden causar insuficiencia respiratoria. Estas afecciones pueden afectar a los músculos, nervios, huesos o tejidos que favorecen la respiración. O pueden afectar directamente a los pulmones. Estas afecciones incluyen:
Un nivel bajo de oxígeno en la sangre puede causar dificultad para respirar y falta de aire (la sensación de que no puede inspirar suficiente aire). La piel, los labios y las uñas también pueden tener un color azulado. Un nivel alto de dióxido de carbono puede provocar respiración rápida y confusión.
Algunas personas con insuficiencia respiratoria pueden estar muy somnolientas o perder el conocimiento. También pueden presentar arritmia (latido irregular del corazón). Puede tener estos síntomas si el cerebro y el corazón no reciben suficiente oxígeno.
Una vez diagnosticada la insuficiencia respiratoria, el médico buscará la causa. Las pruebas suelen incluir una radiografía de tórax. Si su médico cree que puede tener arritmia debido a la insuficiencia respiratoria, puede hacerle un electrocardiograma. Se trata de una prueba sencilla e indolora que detecta y registra la actividad eléctrica del corazón.